Moinho desmantelado
Alfredo Marceneiro
Alfredo Duarte, nacido en 1891, fue de oficio
“marceneiro” (carpintero), algo que tuvo a gala hasta utilizarlo como
nombre artístico. Pasó una infancia dura, huérfano de padre desde los 14 años y obligado
a aprender un oficio que no le gustaba inicialmente pero que le permitía
cantar.
Heredó el gusto musical de su madre
participando en grupos carnavalescos desde muy joven, a comienzos del siglo XX.
Cuando empezó a destacar con sus fados en las fiestas se hacía llamar Alfredo
Lulu, por el gusto de vestir elegante que tenía. Fue hacia los años veinte, al
consolidarse como cantante, cuando cambió su apellido por el de Marceneiro.
Para entonces ya participaba en reuniones en los cafés e iniciaba el camino de
sus primeras composiciones que le llevarían a su primer contrato profesional en
1924.
Paulatinamente definió un escenario
casi de actor en sus actuaciones, con los guitarristas delante de él, que
permanecía de pie (fue el primer fadista en hacerlo), limitados a un mero
acompañamiento que primaba la letra sobre la música, gustoso de improvisar
variaciones en sus fados que solía cantar casi en la oscuridad.
Aunque hizo su primera grabación en
1929 le gustaba preferentemente el ambiente de los cafés rodeado de público,
donde cantaba algunos de sus fados que terminarían siendo clásicos, como “A
casa das Mariquinhas”. Fue también protector de otras figuras que fueron
surgiendo a su amparo, como la propia Amalia Rodrigues o Herminia Silva. Se retiró oficialmente en 1980
recibiendo la medalla de oro de Lisboa para morir dos años después
Moinho
desmantelado
Pelo tempo
derruído
Tu representas
a dor
Deste meu
peito dorido
É grande a
tua desgraça
Ao dizê-lo
sinto pejo
Porque em ti
apenas vejo
A miseranda
carcaça
Perdeste de
todo a graça
Heróica do
teu passado
Hoje ao
ver-te assim mudado
Minha alma
cora e descrê
E quem te
viu, e quem te vê
Moinho
desmantelado
Moinho pombo
da serra
Que triste
fim tu tiveste
Alvas
farinhas moeste
Para o povo
da tua terra
Hoje a dor
em ti se encerra
Foste votado
ao olvido
Foi-se o
constante gemido
Dessas mãos
trabalhadoras
Doce amante
das lavouras
Pelo tempo
derruido
(Pulsar para ver el vídeo)
Molino
desmantelado
Por el
tiempo derruido
Representas
el dolor
De mi pecho
dolorido.
Es grande tu
desgracia
Al decirlo
me avergüenzo
Porque en ti
apenas veo
El miserable
esqueleto
Perdiste del
todo la gracia
Heroica de
tu pasado
Hoy viéndote
así cambiado
Mi alma se
ruboriza y descree
¿Quién te ha
visto y quién te ve?
Molino
desmantelado
Molino de la
sierra
¡Qué triste
final tuviste!
Blancas
harinas moliste
Para el
pueblo de tu tierra
Hoy el dolor
en ti se encierra
Fuiste
condenado al olvido
Se fue el
constante gemido
De esas
manos trabajadoras
Dulce amante
de los cultivos
Por el
tiempo derruido
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