jueves, 28 de abril de 2016

À noitinha

Francisco Pessoa



Francisco Pessoa tenía 17 años cuando empezó a cantar fado, acompañado por José Nunes y Paco Peres. No frecuentaba casas de fados ni el mundo del espectáculo, como era usual, sino estudios de grabación, sobre todo en los años 60.

"Quatro Fados de Amor" fue el primer disco registrado. En él cantaba poemas de David Mourão Ferreira, así como de Mário Martins y Manuel Andrade en canciones como "A hora é de Saudade" o "Fados". "À noitinha" tiene letra del primero y música de Miguel Ramos, dentro de la forma tradicional del "Fado Margarida".


Tu vens todos os dias à noitinha
Saber se eu não parti, se ainda aqui estou
E quando vens de preto, és andorinha
E quando vens de branco, o céu mudou

No teu vestido preto, a primavera
É quase tão cruel como um insulto
Mas a minh’alma nunca desespera
De procurar em ti um céu oculto

Tu vens todos os dias à noitinha
E despes-te com tanta lentidão
Com tanta lentidão que se adivinha
A forma do teu próprio coração

E quando vais, é já noite fechda
Não sei se vou ficar, se vou saír
Não posso ter a alma sossegada
Sem saber se amanhã tornas a vir


(Pulsar para ver el vídeo)



Vienes todos los días por la noche
A saber si no me fui, si aún estoy aquí
Y cuando vienes de negro, eres golondrina
Y cuando vienes de blanco, el cielo cambió

En tu vestido negro, la primavera
Es casi tan cruel como un insulto
Pero mi alma nunca desespera
De buscar en ti un cielo oculto

Vienes todos los días por la noche
Y te desnudas con tanta lentitud
Con tanta lentitud que se adivina
La forma de tu propio corazón

Y cuando te vas, es ya noche cerrada
No sé si me quedaré, si voy a salir
No puedo tener el alma tranquila
Sin saber si mañana volverás a venir

miércoles, 27 de abril de 2016

Quero Cantar para a Lua

Katia Guerreiro


Nació en África del Sur en 1976 pero muy pequeña emigró a la isla de San Miguel, en las Azores. A los 15 años tocaba la “viola da terra”, un instrumento de aquel lugar, participando en un grupo folclórico. Unos años después se trasladó a Lisboa para estudiar Medicina, licenciatura que obtendría en el 2000. En ese tiempo sería la voz del grupo rockero “Os Charruas”. Ese mismo año participaría en un concierto de homenaje a Amália Rodrigues cantando un fado por primera vez en público y causando sensación.

En el 2001 editaría su primer disco (Fado Maior) que empezaría a extender su fama en el extranjero, incluso en un lugar tan lejano como Corea del Sur, donde fue top de ventas. Dos años después lanzaría el segundo “Nas maos do fado” confiando la letra a poetas clásicos como Luís de Camões, Florbela Espanca, Ary dos Santos o António Lobo Antunes. 

En el 2006 lanza su tercer disco “Tudo ou Nada”, donde la música portuguesa y brasileña se combinaban. Todo ello ha hecho que sea una figura y cantante reconocidas ampliamente en Portugal. En el 2008 sacaría su cuarto álbum (Fado) incluyendo poemas de Fernando Tavares, una canción de Charles Aznavour dedicada a Lisboa e incluso una producción propia.

En años sucesivos ampliará sus discos con “Os Fados do Fado” recreando canciones clásicas y un disco recopilatorio de sus mejores fados. La canción que ahora traemos corresponde a su álbum "Até ao fim" tal como la interpretó en un concierto el 18 de abril de 2015. Es un poema de Amália Rodrigues musicado por Pedro de Castro. Dueña de una poderosa voz su excesiva gestualidad y la teatralidad con que rodea algunas de sus intervenciones restan algo del gran mérito que tienen sus canciones.


Quero cantar para a lua
Deixem-me cantar na rua
Pois foi da rua que eu vim
Vim da rua, vim das pedras
Nada sei das vossas regras
Regras não são para mim

Deixem-me chorar ao vento
Deixem andar meu lamento
Pode ser que chegue ao céu
Deixem-me o meu pensamento
Que embora seja tormento
Que seja, mas seja meu?


(Pulsar para ver el vídeo)


Quiero cantar a la luna
Déjenme cantar en la calle
Porque fue de la calle de donde yo vine
Vine de la calle, vine de las piedras
No sé nada de vuestras reglas
Las reglas no son para mí

Déjenme llorar al viento
Déjenme andar con mi lamento
Puede ser que llegue al cielo
Déjenme mi pensamiento
Que aunque sea tormento

Que sea, pero ¿que sea mío?

jueves, 21 de abril de 2016

Não venhas tarde

Carlos Ramos


Este veterano cantante nacido en 1907 vio la luz en Alcântara, formándose musicalmente en el ambiente familiar. Sus estudios en la facultad de Medicina se truncaron por la muerte de su padre, teniendo que ejercer el oficio de telegrafista. Sin embargo, la afición continuó y, vuelto a Lisboa tras el servicio militar, acompañó a algunos fadistas en diversas casas hasta cantar él mismo en el café Luso en 1944.

La década de los 50 fue la de mayor éxito para él, con numerosas giras por el extranjero, participación en programas de radio e incluso participando en la película "Fado corrido" de 1964. Todo ello le permitió abrir su propia casa de fados, "A Toca" en el Barrio Alto. Una trombosis sufrida a mediados de los 60 le hizo retirarse hasta su muerte en 1969.

La canción que traemos, letra de Aníbal Nazaré y música de João Nobre, trata de un tema antiguo, la serena resignación de la mujer engañada, cuestión poco aceptable hoy en día.

"Não venhas tarde!",
Dizes-me tu com carinho,
Sem nunca fazer alarde
Do que me pedes, baixinho
"Não venhas tarde!",
E eu peço a Deus que no fim
Teu coração ainda guarde
Um pouco de amor por mim.

Tu sabes bem
Que eu vou p'ra outra mulher,
Que ela me prende também,
Que eu só faço o que ela quer,
Tu estás sentindo
Que te minto e sou cobarde,
Mas sabes dizer, sorrindo,
"Meu amor, não venhas tarde!"

"Não venhas tarde!",
Dizes-me sem azedume,
Quando o teu coração arde
Na fogueira do ciúme.
"Não venhas tarde!",
Dizes-me tu da janela,
E eu venho sempre mais tarde,
Porque não sei fugir dela
Tu sabes bem,
Que eu vou p'ra outra mulher.
Que ela me prende também,
Que eu só faço o que ela quer.

Sem alegria,
Eu confesso, tenho medo,
Que tu me digas um dia,
"Meu amor, não venhas cedo!"

Por ironia,
Pois nunca sei onde vais,
Que eu chegue cedo algum dia,
E seja tarde demais!


(Pulsar para ver el vídeo)



"¡No vengas tarde!"
Me dices con cariño,
Sin nunca hacer alarde
De lo que pides en voz baja
"¡No vengas tarde!"
Y ruego a Dios que al final
Su corazón todavía guarde
Un poco de amor para mí.

Sabes bien
Que voy hacia otra mujer,
Ella me tiene también,
Que hago lo que quiere.

Estás sintiendo
Que te miento y soy cobarde,
Pero sabes decir, sonriendo,
"¡Mi amor, no vengas tarde!"

"¡No vengas tarde!"
Me dices sin amargura,
Cuando tu corazón arde
En la hoguera de los celos.
"¡No vengas tarde!"
Me dices desde la ventana,
Y yo siempre vengo más tarde,
Porque no sé huir de ella

Sabes bien
Que voy hacia otra mujer,
Ella me tiene también,
Que hago lo que quiere.

Sin alegría,
Lo confieso, tengo miedo,
Que me digas un día,
"¡Mi amor, no vengas pronto!"

Irónicamente,
Porque nunca sé dónde vas,
Que llegue temprano un día,

¡Y sea demasiado tarde!

martes, 19 de abril de 2016

Meu amor

Filipa Cardoso


Filipa Cardoso nació en Lisboa el año de 1979, en el barrio “O Alto do Pina”, donde la afición al fado hacía que lo escuchase continuamente, particularmente en la voz de Fernando Mauricio. A los 15 años, en 1994, fue invitada a cantar en la “Taverna do Embuçado”, donde pasó a formar parte del elenco diario. Del mismo modo empezó a actuar en la “Taverna d´el Rey”, ambas en el barrio de Alfama.

Por razones personales, se mantuvo entonces alejada del mundo del fado durante una década volviendo en 2004 para cantar en la Gran Noche del Fado en Lisboa, donde quedó en primer lugar, lo que le permitió recuperar su recoocimiento por el público asistente a casas como O Faia, Café Luso, Marquês da Sé o Clube de Fado llegando a ser fija en Sr. Vinho. Del mismo modo, empezó a frecuentar el teatro de revista, estrenando "Arre Poter qué demais" en el Teatro Maria Vitória, a lo que siguió varias revistas más en el Parque Mayer.

En el 2005 grabó su primer disco (Fragmento do Fado). Habría que esperar a 2009 para su segundo trabajo: “Cumprir Seu Fado”.


Meu amor vê lá não chegues
Mais tarde que o nosso tempo
Há gente que não entende
Do nosso tempo o momento

Meu amor trazes–me beijos
Nessa boca acetinada
São tantos os meus desejos
De ter tudo e não ter nada

São duas rosas vermelhas
Teus olhos ajardinados
São dois enxames de abelhas
Feitos de mel namorados

Rasga-me a boca num beijo
Prende os teus dedos nos meus
Entrega-te aos meus desejos
Que já me entreguei aos teus
  

(Pulsar para ver el vídeo)


Mi amor mira ahí no llegues
Más tarde que nuestro tiempo
Hay gente que no entiende
De nuestro tiempo el momento

Mi amor me traes besos
En esa boca satinada
Son tantos mis deseos
De tener todo y no tener nada

Son dos rosas rojas
Tus ojos ajardinados
Son dos enjambres de abejas
Hechos de miel enamorados

Rasga mi boca con un beso
Enlaza tus dedos a los míos
Entrégate a mis deseos
Que ya me entregué a los tuyos

domingo, 17 de abril de 2016

Só nós dois

Tony de Matos


Una de las figuras más destacadas de la música portuguesa, nace en Porto el año de 1924 bajo el nombre de António Maria de Matos. Su experiencia en el mundo del espectáculo empezó muy pronto, sobre todo porque a los cinco años su madre se integró en el elenco de la Compañía de Teatro itinerante de manera que el pequeño Tony marchó de ciudad en ciudad.

A pesar de que con el tiempo aprendería el oficio de peluquero, su afición al fado y el espectáculo continuarían de manera que, trasladado a Lisboa, pondría todo su empeño en encontrar una oportunidad hasta que ésta surgió en 1945, logrando cantar en la Emisora nacional.

Tres años más tarde, sin haber logrado el éxito deseado, volvió a la Compañía de Teatro cantando además en verbenas y reuniones de todo tipo hasta que llegó al conocimiento de Júlio Peres, director artístico del conocido café Luso, que lo integró en la plantilla. Tenía 23 años y era el paso a la profesionalización. En la década de los 50 grabó su primer disco donde el tema “Cartas de amor” le supuso un enorme éxito popular y un espaldarazo para participar en el teatro de revista e iniciar en 1953 una gira por Brasil.

Cuando ya le llamaban el “Frank Sinatra” portugués, por su excelente voz y los apasionados temas románticos que interpretaba, se afincó en Brasil durante seis años, abriendo junto a su mujer, la cantante María Sidónio, el restaurante “O Fado” en Copacabana en 1959. 

Con el tiempo volvería a su tierra natal abriendo el restaurante “Lado a lado” en 1964, año en que protagonizaría la película "A Cançăo da Saudade", de Henrique Campos, donde interpreta el tema "Só nós dois”, un "fado canción" de Joaquím Pimentel que aquí ofrecemos.  A su vuelta a Portugal tras la Revolución de 1974, renueva su participación en teatros de revista al tiempo que, terminado su matrimonio, comienza una nueva relación con la fadista Lídia Ribeiro que le acompañará hasta su muerte en 1989.


Só nós dois é que sabemos
Quanto nos queremos bem
Só nós dois é que sabemos
Só nós dois e mais ninguém
Só nós dois avaliamos
Este amor forte e profundo
Quando o amor acontece
Não pede licença ao mundo
Anda, abraça-me... beija-me

Encosta o teu peito ao meu
Esquece que vais na rua
Vem ser minha e eu serei teu
Que falem não nos interessa
O mundo não nos importa
O nosso mundo começa
Cá dentro da nossa porta

Só nós dois é compreendemos
O calor dos nossos beijos
Só nós dois é que sofremos
A tortura dos desejos
Vamos viver o presente
Tal qual a vida nos dá
O que reserva o futuro
Só deus sabe o que será
Anda, abraça-me... beija-me


(Pulsar para ver el vídeo)


Sólo nosotros dos sabemos
Cuánto nos queremos bien
Sólo nosotros dos sabemos
Sólo nosotros dos y nadie más
Sólo nosotros dos valoramos
Este amor fuerte y profundo
Cuando un amor sucede
No pide licencia al mundo

Anda, abrázame... bésame
Acerca tu pecho al mío
Olvida que vas por la calle
Sé mía y yo seré tuyo
Que hablen no nos interesa
El mundo no nos importa
Nuestro mundo comienza
Aquí en nuestra puerta

Sólo nosotros dos comprendemos
El calor de nuestros besos
Sólo nosotros dos sufrimos
La tortura del deseo
Vamos a vivir el presente
Como la vida nos lo da
Lo que nos depara el futuro
Sólo Dios sabe lo que será


Anda, abrázame... bésame

martes, 12 de abril de 2016

Cultura De Fado

Ramón Gª Ovide

Presidente Asociación Amigos del Fado de Asturias

Quizá debería empezar diciendo que escribo estas estas líneas sin otra pretensión que dejar constancia de mi propio sentir, de mi experiencia y de mi particular forma de entender la cultura del fado que da título a este texto. Tras ir conociendo poco a poco este canto, he comprendido que un fado es para mí mucho más que una simple canción. Es un lenguaje con el que el cada portugués da a conocer sus alegrías y sus penas, una forma de expresión que hermana en el terreno y en el tiempo a todo un pueblo, un nexo entre su historia, su literatura, su gastronomía, sus festejos, su religión, etc.

He intentado recabar en mi memoria, los primeros recuerdos que conservo ligados al fado y con viveza me llegan a la mente aquellos años de mi infancia en San Juan de la Arena. Corría el año 1956 cuando con tan solo ocho años pude escuchar a la que entonces era la mayor y casi única representante de la música portuguesa de la época, la gran Amalia Rodríguez entonando “Una casa portuguesa”.




Pasarían los años hasta que en 1989 durante un viaje vacacional con mi familia a Lisboa sintiese revivir ansioso ese deseo de acercarme a escuchar esa música maravillosa que permanecía latente en mí a la espera de ser descubierta en todo su esplendor. En el lugar en el que nos alojábamos, una de las guías recomendaba tomar un taxi y dejarse llevar por los taxistas a aquellos lugares donde el fado se daba cita cada noche. Sin embargo no fue posible hacerlo. El horario nocturno en el que se desarrollaban los espectáculos impidió que así fuese, habiendo que dejarlo para otra ocasión.

De nuevo pasaron los años. Sería en 2002 cuando la pasión por el canto lisboeta, renació en mí tras tanto tiempo aletargado e inundó mi corazón para ya nunca más marcharse al escuchar “Lágrima” en la voz de Dulce Pontes. Coincidió además, que por aquellas fechas se había creado en mi ciudad la Asociación de Amigos del Fado de Asturias, una entidad a la que me sentí ligado desde un primer momento tras asistir a la charla de presentación con la que se daban a conocer y de la que comencé a formar parte de inmediato ofreciéndome a ayudar en todo lo que me fuera posible. Pero sobre todo, desde ese instante todo mi afán se dirigió a crear con anhelo en mi entorno un amor como el que yo comenzaba a sentir por todo aquello cercano a la cultura portuguesa.



Durante los años posteriores participé con diversos puestos dentro de la dirección de la asociación hasta que un cambio de presidencia y otros motivos de diversa índole hicieron que esta sufriese un parón de cinco años. Siempre he pensado que los personalismos son el mayor mal que pueden sufrir las relaciones entre personas con diferentes formas de pensar y de actuar y viendo que la asociación caminaba a su final por falta de atención, decidí, con la colaboración de varias personas, tomar las riendas de la dirección y dedicarle todo el tiempo y dedicación que, a mi juicio, merecía. Fue una decisión acertada. Ya jubilado y con todo el tiempo del mundo, he hecho de este trabajo una razón de vida y hasta ahora, siete años después, nunca me he arrepentido de haber tomado aquella decisión.

Como presidente de la asociación he intentado siempre huir de ejercer una dirección basada en un criterio único y por el contrario he intentado que cada uno de los socios contribuya de forma activa en cada una de las actividades llevadas a cabo.

El conocimiento y el estudio del fado me han abierto las puertas de un país que me ha ido calando poco a poco y con el tiempo, son muchos otros los aspectos de su cultura por los que me he ido interesando. Así, he viajado por toda su geografía, conocido sus maravillosas ciudades y sus pequeños pero entrañables pueblecitos, su gastronomía, sus fiestas…pero sobre todo sus gentes y ese espíritu, ese sentimiento, esa “saudade” que invade toda la vida lusitana, que les hace tan especiales, que como dice Ángel Prieto en una de sus obras” rodea ese misterioso canto del alma” y que con el tiempo he hecho mía.

Creo que en el fado se podría resumir toda la idiosincrasia del pueblo portugués, su sencillez pero a su vez su profundidad en su hacer y su sentir. Y es que después de aquella primera canción de Amalia han pasado por mi vida muchas otras, que me han enseñado, que no es fadista quien canta Fado sino quien vive por y para el Fado.

Dice Daniel Gouveia en uno de sus libros que “al fado todo se canta” y yo añadiría, con su consentimiento, que siempre y cuando lo que se cante sea una muestra de lo que ellos mismos llaman “portugalidade” concepto este para mí imprescindible para entender, vivir y sentir esta forma de expresión exclusivamente portuguesa. Y es que para lograr entender realmente qué es el fado es necesario pensar y vivir como un portugués y sentir esa melancolía, esa “saudade” que solo desde el alma lusa se puede llegar a comprender y a vivir desde la raíz. Porque aunque nos pese, la realidad es que a aquellos que no lo somos, ni residimos allí, el conocimiento de toda esa cultura de fado nos llega tan lejana, desordenada e incluso contaminada por los intereses comerciales que nada tiene que ver con cómo un lisboeta comienza a conocer la cultura del fado desde niño hasta que se convierte en adulto.

En mi caso comencé escuchando a la mejor, a Amalia, luego a Dulce Pontes o a Carlos do Carmo, figuras ya consagradas que nos reportan un concepto irreal de lo que es la verdadera esencia del fado. Tan solo tras mucho viajar y adentrarse en el género uno empieza a familiarizarse con conceptos como vadío o amador que nos acercan a la verdadera realidad que se vive y escucha en las tascas, en cada rincón de Portugal. Ese fado que se canta, en muchos casos, tan solo por un copinho de vino, desde el alma, auténtico, sentido, desgarrado y orgulloso.

Quiero dar las gracias a aquel grupo de amigos que en el año 2002 tuvieron el valor y la pasión de necesaria para iniciar un camino que espero no tenga fin y que cumpla con los fines para los que fue creada: la de extender el fado y toda la cultura portuguesa .Y ya por último agradecer igualmente a todos cantantes, músicos, letristas, artesanos de guitarras y sobre todo a todos aquellos que cada día, en cualquier rincón, en cualquier momento se detienen a entonar un fado.

¡Viva el fado!

domingo, 10 de abril de 2016

Lavava No Rio, Lavava

María do Ceo

Amália Rodrigues

Mariza


María do Ceo nació en la ciudad de Oporto. Su padre fue quien la introdujo al mundo del fado, era lo que llaman en Portugal un fadista amador, cantaba en casas de fados hasta altas horas de la noche. Con solo siete años su familia emigró a Orense y desde entonces reside dicha ciudad.

El haber vivido siempre en Galicia y no relacionarse con el mundo del fado de Lisboa ha hecho que su forma de cantar sea distinta. Ha sabido adoptar del gallego su dulzura y del portugués su melancolía haciendo de esa mezcla una combinación única.

Empieza a cantar profesionalmente en 1988 pero no es hasta 1995 cuando funda el grupo galaico-portugués "Alfama" y empieza un con gran éxito las actuaciones como solista de dicho grupo. En enero de 1996 graba un programa de TVE y participa en un concierto benéfico de UNICEF. María ha reconocido que los comienzos fueron muy duros pues pseudo managers se dedicaron a enriquecerse a su costa dejando de lado las necesidades artísticas, pero que aun así, logró salir adelante aprendiendo de la experiencia.

Bajo el título de “Cartas de Amor” sale, en 1997, su primer trabajo discográfico. En 1999 presenta su segundo disco, Vellas lembranzas, en el que María do Ceo fusiona la cultura musical gallega y lusa en diez canciones, tanto propias como versiones.

La canción que presentamos fue escrita por Amália Rodrigues con música de José Fontes Rocha. Habla de un tiempo de pobreza y necesidad, cuando una lavandera tenía que hacer frente a un trabajo ingrato para sacar a la familia adelante. Siendo un clásico, ha sido interpretada por varios cantantes. Es por ello y para mejor valorar la versión de María do Ceo por lo que la acompañamos con dos excepcionales cantantes: la propia autora Amália Rodrigues y la estrella más reciente: Mariza.


Lavava no rio, lavava
Gelava-me o frio, gelava,
Quando ia ao rio lavar.
Passava fome, passava,
Chorava, também chorava,
Ao ver minha mãe chorar!
Cantava, também, cantava!
Sonhava, também, sonhava!
E, na minha fantasia,
Tais coisas fantasiava,
Que esquecia que chorava,
Que esquecia que sofria!

Já não vou ao rio lavar,
Mas continuo a chorar!
Já não sonho o que sonhava!
Já não lavo no rio!
Por que me gela este frio
Mais do que então gelava?

Ai, minha mãe, minha mãe
Que saudades desse bem,
Do mal que eu não conhecia!
Dessa fome que eu passava,
Do frio que nos gelava,
E da minha fantasia!

Já não temos fome, mãe!
Mas já não temos também
O desejo de a não ter!
Já não sabemos sonhar,
Já andamos a enganar
O desejo de morrer!





(Pulsar para ver el vídeo)


Lavaba en el río, lavaba
Me helaba el frío, helaba
Cuando iba al río a lavar.
Pasaba hambre, pasaba,
Lloraba, también lloraba,
¡Al ver a mi madre llorar!
¡Cantaba, también cantaba!
¡Soñaba, también soñaba!
Y, en mi fantasía,
Tales cosas fantaseaba,
Que olvidaba que lloraba,
¡Que olvidaba que sufría!

Yo no voy al río a lavar,
¡Pero continúo llorando!
¡Ya no sueño lo que soñaba!
¡Ya no lavo en el río!
¿Por qué me hiela este frío
Más de lo que entonces helaba?

Ay, mi madre, mi madre,
Qué nostalgia de ese bien,
¡Del mal que no conocía!
De esa hambre que pasaba,
Del frío que nos helaba,
¡Y de mi fantasía!

¡Ya no tenemos hambre, madre!
Mas no tenemos tampoco
¡El deseo de no tenerla!
Ya no sabemos soñar,
Ya andamos engañando
¡El deseo de morir!