lunes, 12 de diciembre de 2016

Minha alma di amor sedenta

Antonio dos Santos



António dos Santos Caio Castanheira nació en 1919. Comenzó a cantar desde los 15 años pasando a profesionalizarse a los 19 iniciando su andadura como tal en el conocido café Mondego. Casado y, con el tiempo, con cinco hijos, tuvo que seguir trabajando en lo que había hecho desde los 25 años: el oficio de marino mercante. Eso le llevó a hacer largos viajes llegando a permanecer en Estados Unidos hasta dos años, sin que dejara de cantar en ese tiempo. Pese a todo, estableció su hogar al casarse en el barrio de Alfama, al que volvería para establecerse definitivamente en los años cuarenta.

En 1945 se registra la noticia de que se integraba en un grupo de artistas para actuar en el “Retiro dos Marialvas” como fadista humorístico, llegando a grabar algún fado en esta faceta no muy usual. A mediados de los cincuenta abre el restaurante “Solar de Antonio dos Santos” donde habría de desenvolver su trabajo a lo largo de dos décadas.  Dentro de esta nueva aventura artística y empresarial, abandona el fado humorístico por una forma de fado muy cercana a la balada de Coimbra, lo que le llevará a ser conocido como el “Baladista de Alfama” cuando participe en programas radiofónicos a finales de los sesenta.

La revolución portuguesa de 1974 quebró la placidez del negocio hasta el punto de que se vio obligado a traspasarlo y retirarse. Moriría veinte años después dejando un legado de canciones propias a las que acudirían diversos fadistas posteriores. La siguiente es una conocida balada que versionaría posteriormente Misia.


Minha alma de amor sedenta, sequiosa
Barco sem rumo e sem Deus, fora do mundo

Anda à mercê da tormenta, tenebrosa
Desse mar dos olhos teus, negro e profundo

Essa dádiva total, e quase louca
Que me pedes hora a hora, a cada instante

É o que a minha alma te dá, sem nada em troca
Quando de amor por ti chora, soluçante

Se eu um dia te perder, na minha vida
Jurarei virada aos céus, ao sol e à lua

Os perdoes que Deus me der, arrependida
Meu amor são todos teus, como eu sou tua

É uma causa perdida, pois não deve
O ser proibido amar, e desejar

Quem perde um amor na vida, que é tão breve
Jamais devia cantar, e até sonhar.


(Pulsar para ver el vídeo)


Mi alma sedienta de amor, reseca
Barco sin rumbo y sin Dios, lejos del mundo

Anda a merced de la tormenta, tenebrosa
De ese mar de tus ojos, negro y profundo

Esa dádiva total y casi loca
Que me pides hora a hora, a cada instante

Es lo que mi alma te da, sin nada a cambio
Cuando de amor por ti llora, sollozante

Si alguna vez te perdiera, en mi vida
Juraré mirando a los cielos, al sol y a la luna

Los perdones que Dios me diera, arrepentido
Mi amor son todos tuyos, como yo soy tuyo

Es una causa perdida, pues no debe
Estar prohibido amar y desear

Quien pierde un amor en la vida, que es tan breve
Jamás debería cantar ni siquiera soñar.

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