miércoles, 22 de febrero de 2017

Eu gosto dum marinheiro

Fernanda Peres


Nacida en el Barrio Alto de Lisboa en 1937, comenzó desde muy pronto su afición al fado, siendo conocida en las reuniones de su barrio desde los diez años. A los 17 años se presentó a un concurso de fados nacional organizado por la Emisora de radio, obteniendo el triunfo y permitiendo así su primer contrato como profesional. En 1952, con solo 18 años, participó en la película "Eram 200 Irmãos" obteniendo un gran éxito gracias a su buena presencia física y la calidad de su voz en dos fados que interpretaba: "Eu Gosto Dum Marinheiro" y "Eu Gosto De Ti".

A partir de 1956 aparecía en programas de radio asiduamente, participando en 1957 en el Festival de la Canción Latina con otro éxito de su repertorio: "Nem Ás Paredes Confesso". Fue entonces cuando inició una gira por las antiguas colonias portuguesas africanas, así como Azores y Madeira.

En 1967, con 33 años y en pleno éxito, decide terminar su carrera artística regresando tan solo en los setenta para grabar algunos temas que se contaban entre sus mayores éxitos.


Trago o mar dentro do peito 
E ando com ele a sonhar
Até que o sonho é desfeito 
Na branca espuma do mar

Ó mar tu és um momento 
Que outro a seguir já desfez
Verde, azul, branco e cinzento 
Vais e vens com as marés

Eu gosto dum marinheiro
E vejo o mar sem ter fim
E a minha cruz é um cruzeiro
Em que ele embarca sem mim;
Na outra volta sustenta
Que um dia me há-de levar
Cruzeiro em mar de água benta
Cruzeiro em cima do altar

Fiz uma santa promessa 
Fui um milagre implorar
Para que voltes depressa 
E não me esqueças no mar

Por cada vela da Sagres 
Hei-de uma vela acender
À Senhora dos Milagres 
Que o milagre vai fazer


(Pulsar para ver el vídeo)


Traigo el mar dentro del pecho
Y ando soñando con él 
Hasta que el sueño se deshace
En la blanca espuma del mar

El mar eres un momento
Que en seguida se deshace
Verde, azul, blanco y gris
Vas y vienes con las mareas

Me gusta un marinero
Y veo el mar sin fin
Y mi cruz es un crucero
En que él embarca sin mí;
En la otra vuelta amparada
Que un día me ha de llevar
Crucero en mar de agua bendita
Crucero en lo alto del altar

Hice una santa promesa
Fui un milagro a implorar
Para que vuelvas deprisa
Y no me olvides en el mar

Por cada vela de Sagres
He de encender una vela
A la Señora de los Milagros
Que un milagro ha de hacer

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