sábado, 10 de septiembre de 2016

Grata ofensa

Maria Amélia Proença



Nació en Lisboa el año de 1938, en el barrio de Campo de Ourique. Desde pequeña escuchó fados de Amalia Rodrigues que luego repetía tanto en casa como en la calle. Su afición le llevó a participar en un concurso de fados para adultos cuando solo contaba 8 años. La experiencia debió ser positiva porque volvió a presentarse en público dos años después en el teatro Casablanca, pidiendo un permiso especial para pasar al terreno profesional. Desde entonces, con diez años, cantó en varias casas: Solar da Alegria, O Mondego, el Café Latino y el Vera Cruz.

Siempre precoz, se casó con 16 años teniendo dos hijos, uno de los cuales, Carlos Manuel Proença, tocaba la viola y le acompañó muchas veces en su trabajo. En la década de los 70 se dedicó a viajar frecuentemente al extranjero, particularmente Oriente (Macao, donde estuvo 7 meses, Tailandia, Japón y Singapur). Luego se trasladó a Europa (Alemania, Francia, Holanda, Inglaterra, etc.).

Cuando recalaba en Portugal y más adelante, al ir espaciando sus giras, actuó esporádicamente en el café Luso y, sobre todo, en la Taverna do Embuçado, junto a grandes cantantes de fado como Amália Rodrigues, Alfredo Marceneiro, Tristăo da Silva, Fernando Farinha o Carlos do Carmo. Desde entonces ha seguido actuando en diversas casas de fados, recibiendo homenajes y constituyendo una de las representantes de su generación en la tradición del fado clásico.


Depois que este amor ruiu
De tudo o que mais me feriu
E me deu maior desgosto
Foi tu passares a meu lado
E, num gesto disfarçado,
Por me veres, voltares o rosto

Ofensas,tive-as aos centos
Se mais desgostos, tormentos
Que o teu amor me ofereceu,
Se alguém tinha motivo,
Para fazer um olhar esquivo,
De nós dois seria eu

Mas fico-te agradecida,
Tanto ou mais que ofendida
Pelo teu gesto de indiferença
Pois assim, sei que não viste,
Chorar o meu olhar triste
Ali, na tua presença


(Pulsar para ver el vídeo)


Después de que este amor terminó
Lo que me hizo sufrir más
Y me dio más disgusto
Fue que pasaras a mi lado
Y en un gesto disimulado,
Por no verme, volvieses la cara

Ofensas, las tuve a cientos
Además de disgustos, tormentos
Que tu amor me dio,
Si alguno tenía motivo
Para tener una mirada esquiva,
De nosotros sería yo

Pero estoy agradecida,
Tanto o más que ofendida
Por tu gesto de indiferencia
Pues así, sé que no viste,
Llorar mi mirada triste
Allí, en tu presencia

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