domingo, 25 de septiembre de 2016

Fado das nove letras

Helena Sarmento



Helena Sarmento nace en Lamego en 1981. Con 23 años se traslada a vivir a Porto. Es licenciada en Derecho y compagina su vida musical con la abogacía. 

Para 2011 sigue decididamente su carrera como tal participando en el proyecto “80 anos de Zeca” que homenajeó a José Afonso, para continuar con otros proyectos comunes en los años siguientes. El mismo año edita su primer disco “Fado azul” que viene a ser una reescritura de fados clásicos y tradicionales que vienen a homenajear a sus dos referencias: Amália y José Afonso.

El segundo disco “Fado dos días assim” ve la luz en 2013, que sigue una línea similar al anterior con poemas de Joaquim Sarmento, José Afonso, Alexandre O'Neill, Vinicius de Moraes y Manuel António Pina.


Na revolta das palavras
À procura de sentido
Ficaram entrincheiradas
Nove letras sem abrigo
Dicionários reformados
Gramáticas fora de uso
Um triângulo obtuso
Foram logo incorporados
Medido o verso a preceito
Vigiada a rima solta
Procurou o velho jeito
Acabar com a revolta
Nove letras sem abrigo
Guerrilheiras de verdade
Xaile preto é contigo
Manifesto, liberdade
Oferecer o peito às balas
P´la coragem trespassado
Das palavras que não calas
Sai a voz do nosso fado


Fado das nove letras, por Helena Sarmento
(Pulsar para ver el vídeo)


En la rebelión de las palabras
En busca de sentido
Quedaron atrincheradas
Nueve letras sin abrigo
Diccionarios reformados
Gramáticas fuera de uso
Un triángulo obtuso
Fueron luego incorporados
Medido el verso con rigor
Vigilada la rima libre
Buscó el antiguo modo
Acabar con la revuelta
Nueve letras sin abrigo
Guerrilleras de verdad
Un chal negro está contigo
Manifiesto, libertad
Ofrecer el pecho a las balas
Por el coraje traspasado
De las palabras que no callas
Surge la voz de nuestro fado

miércoles, 21 de septiembre de 2016

Triste sorte

João Ferreira Rosa



Nacido en Lisboa en 1937, se constituirá a lo largo de su vida como uno de los máximos exponentes del fado tradicional, nostálgico de los tiempos perdidos y de la tradición. En los años 60 adquiere el Palacio Pintéus, en el Ayuntamiento de Loures, un edificio prácticamente en ruinas. Después de mucha lucha burocrática y política consigue rehacerlo para que tengan lugar allí diversos espectáculos de fado.

No obstante, su inversión principal fue la creación de la “Taverna de Embuçado” en 1965, en el barrio de Alfama, con el nombre del que fuera el fado más conocido de su repertorio. A lo largo de los veinte años en que fue su gerente, esta casa se constituiría en lugar de encuentro de grandes fadistas, hasta que en los años 80 dejara su gestión.


Como le sucedía a Alfredo Marceneiro, a Joao Ferreira le molestaba la comercialización del fado, lo que le llevaba a preferir cantar entre amigos. Igualmente detestaba los estudios de grabación prefiriendo para uno de sus discos realizarlo en el mismo Palacio Pintéus que había reconstruido. Estuvo casado con otra gloria nacional, la pianista Maria João Pires, antes de casar en 1987 con Ana Maria de Castelo-Branco.



E ando da vida à procura 
Duma noite menos escura 
Que traga luar do céu. 

Duma noite menos fria, 
E em que não sinta a agonia 
Dum dia a mais que morreu. 

Vou cantando amargurado, 
Mais um fado e outro fado 
Que fale do fado meu. 

Meu destino assim cantado 
Jamais pode ser mudado 
Porque do fado sou eu. 

Ser fadista é triste sorte, 
Que nos faz pensar na morte 
E em tudo o que nós morreu. 

E andar na vida à procura 
Duma noite menos escura 
Que traga luar do céu.


(Pulsar para ver el vídeo)


Ando en la vida buscando
Una noche menos oscura
Que traiga la luna al cielo.

Una noche menos fría,
En que no sienta la agonía
De un día más que murió.

Voy cantando amargado,
Un fado y otro fado
Que hable de mi destino.

Mi destino así cantado
Jamás puede ser cambiado
Porque del fado soy yo.

Ser fadista es triste suerte,
Que nos hace pensar en la muerte
Y en todo lo que se nos murió.

Y andar en la vida buscando
Una noche menos oscura
Que traiga la luna al cielo.

miércoles, 14 de septiembre de 2016

La princesa prometida

Aldina Duarte



Aldina Duarte nació en Lisboa en 1967. Con 20 años empezó a trabajar en un periódico, luego en una estación de radio. Al mismo tiempo fue miembro de un coro, conociendo el fado a los 24 años a través de Beatriz da Conceição.  Un año después, en 1992, hizo una breve aparición en la película “Xavier”, interpretando “A Rua do Capelão”. Poco después se presentaba en el teatro San Luis. Más tarde sería encargada de organizar una Gran Noche de fado donde se pondría en contacto con varios conocidos fadistas, incluido Camané, con quien se casaría y con el que viviría diez años.

En 1995 y durante un año se integraría en el elenco de la casa Club de Fado, pasando en 1997 a la casa Sr. Vinho por invitación de María da Fé. Habría de esperar a 2004 para grabar su primer disco “Apenas o Amor”, que fue muy aplaudido por la crítica. En todas sus grabaciones estaría acompañada por José Manuel Neto, en la guitarra portuguesa, y Carlos Manuel Proença, en la viola. Aldina Duarte, además de intérprete, se ha caracterizado por un profundo estudio sobre la historia y naturaleza del fado.


Há um véu no meu olhar
Que a brilhar dá que pensar
Nos mistérios da beleza
Espelho meu que aconteceu
Do que é teu e do que é meu
Já não temos a certeza

A moldura deste espelho
Espelho feito de oiro velho
Tem os traços de uma flor
Muitas vezes foi partido
Prometido e proibido
Aos encantos do amor

Espelho meu diz a verdade
Da idade da saudade
À mulher envelhecida
Segue em frente na memória
Mata a glória dessa história
Da princesa prometida


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Hay un velo en mi mirada
Que al brillar hace pensar
En los misterios de la belleza
Espejo mío, qué sucedió
De lo que es tuyo y lo que es mío
Ya no tenemos certeza

La moldura de este espejo
Espejo de oro viejo
Tiene los trazos de una flor
Muchas veces fue partido
Prometido y prohibido
A los encantos del amor

Espejo mío, di la verdad
De la edad de la nostalgia
La mujer envejecida
Sigue adelante en la memoria
Mata la gloria de esta historia
De la princesa prometida

sábado, 10 de septiembre de 2016

Grata ofensa

Maria Amélia Proença



Nació en Lisboa el año de 1938, en el barrio de Campo de Ourique. Desde pequeña escuchó fados de Amalia Rodrigues que luego repetía tanto en casa como en la calle. Su afición le llevó a participar en un concurso de fados para adultos cuando solo contaba 8 años. La experiencia debió ser positiva porque volvió a presentarse en público dos años después en el teatro Casablanca, pidiendo un permiso especial para pasar al terreno profesional. Desde entonces, con diez años, cantó en varias casas: Solar da Alegria, O Mondego, el Café Latino y el Vera Cruz.

Siempre precoz, se casó con 16 años teniendo dos hijos, uno de los cuales, Carlos Manuel Proença, tocaba la viola y le acompañó muchas veces en su trabajo. En la década de los 70 se dedicó a viajar frecuentemente al extranjero, particularmente Oriente (Macao, donde estuvo 7 meses, Tailandia, Japón y Singapur). Luego se trasladó a Europa (Alemania, Francia, Holanda, Inglaterra, etc.).

Cuando recalaba en Portugal y más adelante, al ir espaciando sus giras, actuó esporádicamente en el café Luso y, sobre todo, en la Taverna do Embuçado, junto a grandes cantantes de fado como Amália Rodrigues, Alfredo Marceneiro, Tristăo da Silva, Fernando Farinha o Carlos do Carmo. Desde entonces ha seguido actuando en diversas casas de fados, recibiendo homenajes y constituyendo una de las representantes de su generación en la tradición del fado clásico.


Depois que este amor ruiu
De tudo o que mais me feriu
E me deu maior desgosto
Foi tu passares a meu lado
E, num gesto disfarçado,
Por me veres, voltares o rosto

Ofensas,tive-as aos centos
Se mais desgostos, tormentos
Que o teu amor me ofereceu,
Se alguém tinha motivo,
Para fazer um olhar esquivo,
De nós dois seria eu

Mas fico-te agradecida,
Tanto ou mais que ofendida
Pelo teu gesto de indiferença
Pois assim, sei que não viste,
Chorar o meu olhar triste
Ali, na tua presença


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Después de que este amor terminó
Lo que me hizo sufrir más
Y me dio más disgusto
Fue que pasaras a mi lado
Y en un gesto disimulado,
Por no verme, volvieses la cara

Ofensas, las tuve a cientos
Además de disgustos, tormentos
Que tu amor me dio,
Si alguno tenía motivo
Para tener una mirada esquiva,
De nosotros sería yo

Pero estoy agradecida,
Tanto o más que ofendida
Por tu gesto de indiferencia
Pues así, sé que no viste,
Llorar mi mirada triste
Allí, en tu presencia

martes, 6 de septiembre de 2016

Até ao fim

Katia Guerreiro


Si hay una historia de amor que ha marcado la historia de Portugal, es sin duda la del amor prohibido entre el infante Pedro e Inês de Castro, dama de compañía de su esposa, D. Constança Manuel.

A pesar de su casamiento, el Infante tenía encuentros románticos con Inês en los jardines de la Quinta das Lágrimas. Tras la muerte de D. Constança en 1345, D. Pedro vivió maritalmente con Inês, lo que acabó por enfrentarlo con su padre, el rey D. Afonso IV, que condenaba vehementemente la relación, y provocó una fuerte reprobación de la corte y del pueblo.

Durante años, Pedro e Inês vivieron en los Paços de Santa Clara, en Coimbra, con sus tres hijos. Pero la censura creciente a la unión por parte de la corte presionaba constantemente a D. Afonso IV, que finalmente ordenó asesinar a Inês de Castro en enero de 1355. Loco de dolor, Pedro lideró una rebelión contra el rey, sin perdonar nunca el asesinato de su amada. Cuando finalmente subió al trono en 1357, D. Pedro ordenó capturar y matar a los asesinos de Inês, arrancándoles el corazón, lo que le valió el apodo de “el Cruel”.

Posteriormente, jurando que se había llegado a casar en secreto con Inês de Castro, D. Pedro le otorgó su reconocimiento como reina de Portugal. En abril de 1360, ordenó al traslado del cuerpo de Inês desde Coimbra hasta el Real Monasterio de Alcobaça, donde construyó dos magníficas sepulcros, para poder descansar allí para siempre junto a su eterna amada. Así quedó inmortalizada en piedra la historia de amor portuguesa más apasionante.

Tomado de  http://www.visitcentrodeportugal.com.pt/es/la-leyenda-de-pedro-e-ines/



Intensamente, amor
intensamente
ponho na minha voz esta saudade
que é feita de futuro no presente
e na ilusão é feita de verdade

intensamente, amor
intensamente

desesperando, amor
desesperando
por mesmo assim eu não te dizer tudo
mesmo ao lembrar-me de onde e como e quando
teu coração mudou
mas eu não mudo
desesperando, amor
desesperando

até ao fim, amor
até ao fim do mundo
tal qual Pedro e Inês
aqui te espero
aqui me tens a mim
neste mísero estado em que me vês
até ao fim, amor
até ao fim, amor
até ao fim



(Pulsar para ver el vídeo)


Intensamente, amor
Intensamente
Pongo en mi voz esta nostalgia
que está hecha de futuro en el presente
y en la ilusión está hecha de verdad

Intensamente, amor
Intensamente

Desesperando, amor
Desesperando
Incluso así no te lo digo todo
Incluso al acordarme dónde, cómo y cuándo
Tu corazón cambió
Pero yo no cambio
Desesperando, amor
Desesperando

Hasta el final, amor
Hasta el fin del mundo
al igual que Pedro e Inés
Aquí te espero
Aquí me tienes a mí
En este mísero estado en que me ves
Hasta el final, amor
Hasta el final, amor
Hasta el final

sábado, 3 de septiembre de 2016

Trova do vento que passa

Adriano Correia



Natural de Coimbra en 1942, estudió en Porto, para matricularse en 1959 en la Universidad de su ciudad natal. Allí fue solista en el Orfeón Académico, miembro del Grupo universitario de Danzas y Cantares. De ese tiempo, años 60, también data su compromiso político con el Partido comunista portugués y su actuación en diversas huelgas académicas contra el salazarismo.

En 1963 grabó su primer disco, "Fados de Coimbra", acompañado por António Portugal y Rui Pato. En él se incluía el tema “Trova do vento que passa”, poema de Manuel Alegre, que se constituiría como un himno de resistencia de los estudiantes frente a la dictadura. En 1967 repetiría la aventura de grabar con el disco que llevaba por título su propio nombre e incluía “Canção com lágrimas”.

Tras casarse y hacer el servicio militar, volvería a grabar en 1969 “O Canto e as Armas” interpretando de nuevo varios poemas de Manuel Alegre. En la década de los 70 alternaría la grabación de nuevos discos con su actividad política en la Revolución de los Claveles en 1974. En 1980 lanzaba su último álbum “Cantigas portuguesas”. Para entonces ya se le había elegido como artista del año en Portugal. Moriría con cuarenta años de una hemorragia esofágica en la quinta de su familia, en Avintes.


Pergunto ao vento que passa
Notícias do meu país
E o vento cala a desgraça
O vento nada me diz.

E o vento cala a desgraça
O vento nada me diz.

Mas há sempre uma candeia
Dentro da própria desgraça
Há sempre alguém que semeia
Canções no vento que passa.

Há sempre alguém que semeia
Canções no vento que passa.

Mesmo na noite mais triste
Em tempo de servidão
Há sempre alguém que resiste
Há sempre alguém que diz não.

Há sempre alguém que resiste
Há sempre alguém que diz não.




Pregunto al viento que pasa
Noticias de mi país
Y el viento calla la desgracia
El viento nada me dice.

Y el viento calla una desgracia
Un viento que no me dice nada.

Pero hay siempre una vela
Dentro de la propia desgracia
Siempre hay alguien que siembra
Canciones en el viento que pasa.

Siempre hay alguien que siembra
Canciones en el viento que pasa.

Incluso en la noche más triste
En tiempo de la servidumbre
Siempre hay alguien que resiste
Siempre hay alguien que dice no.

Siempre hay alguien que resiste
Siempre hay alguien que dice no.