miércoles, 24 de febrero de 2016

José Manuel Neto



Hemos mencionado a un guitarrista muy destacado como Luis Guerreiro. Corresponde hablar de otro que ha recibido varios premios y es una figura muy reconocida por todos los amantes del fado. José Manuel Neto es hijo de Deolinda María, a la que traeremos más adelante a este blog. 



Nació en 1972 y desde los 15 años tocó en el restaurante de su madre, "O Rata", en el barrio Alto de Lisboa. Luego pasó por varias casas de fados (Viela, Sr. Vinho, Embuçado y O Faia) madurando su estilo, lo que le permitiría grabar su primer disco acompañando a Misia en 1993. Desde entonces ha tocado junto a Camané, Mariza, Carlos do Carmo, Carminho, etc. 

En primer lugar le escuchamos en una pieza corta interpretada en la Womadelaide australiana de 2011, un festival anual de "world music", junto a Ana Moura.

(Pulsar para ver el vídeo)


La segunda pieza, algo más extensa, corresponde a una guitarrada en vivo durante un festival celebrado el año anterior. 

(Pulsar para ver el vídeo)

martes, 23 de febrero de 2016

Lisboa menina e moça

Carlos do Carmo


Tras la Revolución de los Claveles en 1974, el fado cayó en el descrédito, asociado a la imagen de la dictadura que hasta ese año dominó la política portuguesa. Los jóvenes dieron la espalda al fado, tenido por una forma musical caduca y sin interés. Las casas de fados languidecieron o cerraron sus puertas. 

Cuando una nueva generación, que habría de ser quizá la más importante de la historia, la de más éxito multitudinario al menos, levantó la cabeza y deseó recuperar otros valores en esa forma musical, tuvo dos referencias: una, muy cercana en el tiempo pero algo alejada en la influencia, fue Misia. Pero ella venía desde España, triunfaba en Europa al compás de la llamada "world music" o música étnica. Portugal no la aceptó fácilmente aunque para los jóvenes sus influencias variadas, la libertad de sus fados, fueran importantes.

Sin embargo, el engarce entre la nueva generación de fadistas y la más clásica lo constituyó un hijo de una cantante tan conocida como Lucília do Carmo. Su hijo Carlos, nacido en 1939, había vuelto desde Suiza, donde estudiaba hostelería, en 1963, para hacerse cargo de los negocios y la casa de fados familiar al morir su padre. Allí retomó el gusto por el fado grabando al año siguiente un clásico: "Estranha forma de vida". Siendo un joven de ideas de izquierdas, no era sospechoso de haber convivido con la dictadura. Siendo hijo de quien era, estaba enraizado en el fado más clásico. Sin embargo, llegó a la música teniendo como ídolo a Frank Sinatra, nada menos, y con una rendida admiración por la música brasileña y francesa. Los fadistas más clásicos, poco a poco, se fueron rindiendo a este renovador que, al tiempo, fue la referencia más importante entre lo clásico y lo moderno, entre Portugal y España.

Del fado dijo en cierta ocasión que era: "Un puñetazo al corazón. Lo siento así. Tiene que ver con la profundidad del alma. Algo misterioso que logra dejar un mensaje de amor, alguna esperanza. Esa idea que se tiene fuera de Portugal de que es sufrimiento y dolor, me resulta absolutamente insoportable, -se indigna-. Una niña de 20 años, cantando fado con los ojos cerrados y cara de estar sufriendo, no me gusta nada. Hay algo que no está bien".

Traemos en primer lugar esta canción que compuso Ary dos Santos para él y que se ha convertido, a su vez, en un clásico cantado por todas las generaciones que le sucedieron.



No castelo, ponho um cotovelo
Em Alfama, descanso o olhar
E assim desfaz-se o novelo
De azul e mar
À ribeira encosto a cabeça
A almofada, na cama do Tejo
Com lençóis bordados à pressa
Na cambraia de um beijo

Lisboa menina e moça, menina
Da luz que meus olhos vêem tão pura
Teus seios são as colinas, varina
Pregão que me traz à porta, ternura
Cidade a ponto luz bordada
Toalha à beira mar estendida
Lisboa menina e moça, amada
Cidade mulher da minha vida

No terreiro eu passo por ti
Mas da graça eu vejo-te nua
Quando um pombo te olha, sorri
És mulher da rua
E no bairro mais alto do sonho
Ponho o fado que soube inventar
Aguardente de vida e medronho
Que me faz cantar

 Lisboa menina e moça, menina
Da luz que meus olhos vêem tão pura
Teus seios são as colinas, varina
Pregão que me traz à porta, ternura
Cidade a ponto luz bordada
Toalha à beira mar estendida
Lisboa menina e moça, amada
Cidade mulher da minha vida

Lisboa no meu amor, deitada
Cidade por minhas mãos despida
Lisboa menina e moça, amada
Cidade mulher da minha vida



(Pulsar para ver el vídeo)



En el castillo me acodo
En Alfama, descanso la mirada
Y así se deshace el enredo
De azul y mar
En la ribera reposo la cabeza
La almohada, en la cama del Tajo
Con sábanas bordadas deprisa
En el tejido de un beso

Lisboa niña y muchacha, niña
De la luz que mis ojos ven tan pura
Tus senos son las colinas, pescadera
Pregón que a mi puerta trae ternura
Ciudad sobre la luz bordada
Toalla extendida a orillas del mar
Lisboa niña y muchacha, amada
Ciudad mujer de mi vida

En la plaza paso por ti
Más de gracia te veo desnuda
Cuando un palomo te mira, sonríe
Eres mujer de la calle
Y en el barrio más alto del sueño
Pongo el fado que supe inventar
Aguardiente de vida y madroño
Que me hace cantar

Lisboa niña y muchacha, niña
De la luz que mis ojos ven tan pura
Tus senos son las colinas, pescadera
Pregón que a mi puerta trae ternura
Ciudad sobre la luz bordada
Toalla extendida a orillas del mar
Lisboa niña y muchacha, amada
Ciudad mujer de mi vida

Lisboa, en mi amor acostada
Ciudad por mis propias manos desnuda
Lisboa niña y muchacha, amada
Ciudad mujer de mi vida

domingo, 21 de febrero de 2016

Fado de Amor e Pecado

Ana Sofía Varela


Ana Sofía Varela nació en Lisboa aunque se crió en el Alentejo. Su vuelta a la capital para estudiar le permitió confirmar su afición al fado, vivida desde que era una niña. Allí conoció a Carlos Zel que la apadrinó haciendo que el conocido guitarrista Mário Pacheco la acompañara. En 2002 sacó su primer disco en solitario llevando desde entonces una carrera profesional muy regular y fecunda.

"Ana Sofia Varela es una de mis fadistas preferidas del momento, junto con muchas otras. En directo se pone de manifiesto, entre muchas otras de sus virtudes, su habilidad para la improvisación" afirma Rosario Solano, cantante española a la que tendremos que volver en este blog.  "Cuando en el CCB nos ofreció el último tema del concierto, "Fado de amor e pecado" (corte 10 del CD), en el primer agudo (justo la segunda nota), me recorrió una especie de corriente eléctrica y me embargó tal emoción, que rompí a llorar, sin poder ya parar, durante todo ese fado y el del bis".

He puesto este comentario porque a mí me sucede exactamente igual desde que se escucha el primer agudo en el vídeo que se adjunta, correspondiente precisamente a la presentación de esta grabación en 2009. La pasión que parece faltar a la anterior fadista, Joana Amendoeira, rebosa en cada nota de esta actuación. La letra es de João Monge y la música de João Gil.



Parti andorinhas,
parti longe do meu telhado
Os barcos que jazem aqui
foram de outro lugar

Quem sabe, amor
Onde vai
Quem sabe
A dor que nos cai
O vento passa por nós
e o resto é o mar

Matei a rosa vermelha
que usava ao decote
Tingi os lençóis
com a raiva de amor e pecado

Olhai as mãos, meu amor
Olhai meus olhos, Senhor
Cantai guitarras,
cantai a tristeza do fado

Fui carne de amor e ciúme
Fui vinho e loucura
Um cravo em botão,
Meu amor,
Preso à tua lapela

Chorei, amor, este fim
Sequei por dentro de mim
Deixei uma rosa vermelha
à tua janela

Tracei o meu xaile no rosto
É de luto este fado
Lavei o teu sangue
na chuva que leva a saudade

Olhai as mãos,
meu amor
Olhai meus olhos, Senhor
Cantai guitarras,
cantai a minha liberdade

Adeus amor que matei
O mar há-de encontrar
o nosso coração
Adeus amor que jurei
Minha rosa de fogo e de paixão


(Pulsar para ver el video)


Partid golondrinas,
Partid lejos de mi tejado
Los barcos que aquí quedan
Eran de otro lugar

Quién sabe, amor
Dónde va
Quién sabe
El dolor que nos toca
El viento pasa a nuestro lado
Y el resto es el mar

Maté la rosa roja
Que usaba en el escote
Teñí las sábanas
con rabia de amor y pecado

Mirad las manos, mi amor
Mirad mis ojos, Señor
Cantad guitarras,
cantad la tristeza del fado

Fui carne de amor y celos
Fui vino y locura
Un clavel en capullo,
Mi amor,
Prendido en tu solapa

Lloré, amor, este final
Seca por dentro de mí
Dejé una rosa roja
En tu ventana

Crucé mi chal por la cara
Es de luto este fado
Lavé tu sangre
En la lluvia que lleva la nostalgia

Mirad las manos,
Mi amor
Mirad mis ojos, Señor
Cantad guitarras,
cantad mi libertad

Adiós amor que maté
El mar ha de encontrar
Nuestro corazón
Adiós amor que juré
Mi rosa de fuego y pasión

sábado, 20 de febrero de 2016

Sopra o vento

Joana Amendoeira


Esta fadista, nacida en Santarem en 1982, cuenta actualmente con 34 años. Desde los 18 años se estableció en Lisboa, formando parte del elenco del Club de Fado y editando pronto su primer disco “Olhos Marotos” que llegó a promocionar en París y Budapest. Inmediatamente produjo el segundo “Aquela Rua” con la colaboración de destacados músicos: Custódio Castelo (guitarra portuguesa), Carlos Manuel Proença (viola), Marino de Freitas (viola baja) y Ricardo Cruz (contrabajo).

“Joana Amendoeira” (2003) es el título homónimo para su tercer álbum, donde destaca el tema “Amor mais perfeito” que habrá de aparecer en este blog más adelante. Fruto de este trabajo incansable es el premio de 2004 a la artista revelación. Sin apenas pausa editó “Ao vivo em Lisboa”, (2005) grabado en el Teatro de São Luiz en Lisboa. A partir de ese momento, compartió espectáculos con Carlos do Carmo y Hélder Moutinho, mientras editaba un nuevo disco en 2006: “À Flor da Pele”.

A este último álbum corresponde la canción que ahora presentamos. La música es de Paulo Paz, la letra corresponde a un poema del poeta portugués por excelencia: Fernando Pessoa. Hay que decir que, tanto a raíz de la edición de este disco así como previamente, surgieron algunas críticas hacia lo que se entendía como una interpretación "sin nervio y sin fuerza". Muchos otros opinaban exactamente lo contrario. Para unos quizá le falte la pasión debida, la potencia de voz deseable, otros se dejan subyugar por el encanto de su interpretación.

Sopra o vento, sopra o vento,
Sopra alto o vento lá fora,
Mas também meu pensamento
Tem um vento que o devora.

Há uma íntima intenção
Que tumultua o meu ser
E faz do meu coração
O que um vento quer varrer;
Não sei se há ramos deitados
Abaixo no temporal,
Se pés do chão levantados
Num sopro onde tudo é igual
Dos ramos que ali caíram
Sei só que há mágoas e dores
Destinadas a não ser
Mais que um desfolhar de flores.

Sopra o vento, sopra o vento,
Sopra alto o vento lá fora,
Mas também meu pensamento
Tem um vento que o devora.



(Pulsar para ver el vídeo)


Sopla el viento, sopla el viento,
Sopla alto el viento afuera,
Mas también mi pensamiento
Tiene un viento que lo devora.

Hay una íntima intención
Que agita mi ser
Y hace de mi corazón
Lo que un viento quiere barrer;
No sé si hay ramas tumbadas
Debajo del temporal,
Si raíces del suelo levantadas
En un soplo en el que todo es igual
De las ramas que allí cayeron
Sólo sé que hay penas y dolores
Destinadas a no ser
Más que un deshojar de flores.

Sopla el viento, sopla el viento,
Sopla alto el viento afuera,
Mas también mi pensamiento
Tiene un viento que lo devora.

jueves, 18 de febrero de 2016

Olhos Garotos

Lucília do Carmo


Nacida el mismo año (1920) que Amália Rodrigues, muerta un año antes (1998), Lucília do Carmo es una de las grandes fadistas del siglo XX. Como era habitual en la mayoría de cantantes de origen humilde, inició su carrera actuando en fiestas de beneficencia y sociedades de recreo en su ciudad natal, Portalegre. Posteriormente se trasladó a Lisboa. Allí cantó en el “Solar da Alegría”, además de los conocidos cafés Mondego, Luso o en "Parreirinha de Alfama", alcanzando gran notoriedad con su participación en programas de radio.

Casó con el empresario Alfredo de Almeida, gran aficionado al fado, con el que tendría en 1939 a un hijo que habría de heredar sus dotes artísticas: Carlos do Carmo. Aunque viajó a Brasil en los años 40 no gustaba de la vida azarosa de las giras, de manera que abrió en 1947 junto a su marido una casa de fados llamada “Adega da Lucília”, luego conocida como "O Faia".

Aunque algunos fadistas abrieron sus propios restaurantes de fado, Lucília fue una de las primeras, ejemplo seguido poco después por artistas de mayor edad, como Hermínia Silva, que abre el “Solar da Hermínia”, Carlos Ramos con "A Toca", Adelina Ramos con "O Tipóia", o Fernanda María que inaugura la casa “Lisboa ŕ Noite”. Se abre así toda una época en los años 50 y 60 en que los principales intérpretes de fado buscarán este marco para darse a conocer o sostener su profesión.

La canción que escuchamos fue uno de sus grandes éxitos en 1958, con letra de Linhares Barbosa y música de Jaime Santos.


Diz aos teus olhos garotos
Vivos marotos
Pretos, rasgasdos
Que não andem p'las esquinas
Feitos traquinas
E malcriados
Que não sigam as meninas
Simples, ladinas
Dos olhos meus
De tudo acho capazes
Os maus rapazes
Dos olhos teus

Teus olhos amendoados
São comparados
A dois cachopos
Que quando topam meninas
Pelas esquinas
Dizem piropos
É preciso que lhes digas
Que as raparigas
Nem todas são
Como as pedras que há nas ruas
Gastas e nuas
Sem coração

Diz-lhes tudo sem ralhares
Sem te te zangares
Tem mil cuidados
Sim, que para entristecê-los
Prefiro vê-los
Nos seus pecados
Não quero os teus lindos olhos
Correndo abrolhos
Livre-nos Deus
Que causassem tais ruínas
Estas meninas
Dos olhos meus

(Pulsar para ver el video)

Dile a tus ojos traviesos
Vivos, inquietos
Negros, rasgados,
Que no anden por las esquinas
Inquietos
Y malcriados
Que no sigan a las niñas
Simples, ladinas
De mis ojos
Capaces de todo
Los niños malos
De tus ojos

Tus ojos almendrados
Son comparables
A dos chavales
Que cuando encuentran niñas
Por las esquinas
Dicen piropos
Tienes que decirles
Que las niñas
No son todas
Como las piedras que hay en las calles
Gastadas y desnudas
Sin corazón

Díles todo sin reñir
Sin enfadarte
Ten mil cuidados
Sí, que para entristecerlos
Prefiero verlos
En sus pecados
No quiero tus lindos ojos
Pasando apuros
Dios nos libre
Que causen tales ruinas
Estas niñas
De mis ojos

miércoles, 17 de febrero de 2016

Mar português

Hélder Moutinho


El último fado trataba de los pescadores portugueses, su figura y carácter. El mar, como decíamos entonces, ha sido una constante en la vida del país, sobre todo en el tiempo de los descubrimientos que inauguran el mundo moderno: D. Henrique, Fernando de Magallanes, Vasco de Gama, entre otros, abrirán vías desconocidas hasta entonces.

En 1934 uno de los más grandes poetas portugueses, Fernando Pessoa, publicó un libro que contenía un canto al mar de aquellos conquistadores, ese océano que les haría grandes y al tiempo dejaría una estela de dolor y pérdida. Pessoa, que había vuelto a los 17 años de pasar infancia y juventud en África del Sur, se dedicó en Portugal a la traducción comercial en inglés y francés, idiomas que dominaba. Al tiempo se fue introduciendo en la poesía editando algunos poemas y abriendo la literatura portuguesa a las vanguardias.

Ó mar salgado, quanto do teu sal
São lágrimas de Portugal!
Por te cruzarmos, quantas mães choraram,
Quantos filhos em vão rezaram!

Quantas noivas ficaram por casar
Para que fosses nosso, ó mar!
Valeu a pena? Tudo vale a pena
Se a alma não é pequena.

Quem quere passar além do Bojador
Tem que passar além da dor.
Deus ao mar o perigo e o abismo deu,
Mas nele é que espelhou o céu.



(Pulsar para ver el vídeo)


¡Oh mar salado, cuánto de tu sal
Son lágrimas de Portugal!
Por cruzarte, cuántas madres lloraron,
¡Cuántos niños en vano rezaron!

Cuántas novias quedaron sin casar
¡Para que fueses nuestro, oh mar!
¿Valió la pena? Todo vale la pena
Si el alma no es pequeña.

Quien quiere pasar más allá del Bojador
Tiene que pasar más allá del dolor.
Dios al mar dio peligro y abismo,
Pero en él se reflejó el cielo.

lunes, 15 de febrero de 2016

Fado do pescador

Manuela Cavaco


Si el fado ha recordado con nostalgia los mejores tiempos de Portugal y ésta fue una nación volcada al mar para explorarlo y descubrir sus caminos, nada más lógico que haya no pocas canciones dedicadas al océano frente a su tierra. En esa vocación marítima destaca la labor humilde de los pescadores.

Pocos les podían cantar más apropiadamente que Manuela Cavaco, nacida en 1943 en el barrio portuario de Montijo. Allí aprendió música oyendo a las pescadoras remendando las redes. Empezó a trabajar como costurera, si bien cantaba en reuniones de amigos, luego en algunas fiestas a las que empezaron a llamarla. Sus referencias siempre fueron Amalia Rodrigues y Mª Teresa de Noronha.

Fue su hijo, que actuaba en un grupo coral, quien le animó a presentarse a un espectáculo organizado por la Cámara Municipal de Montijo, a partir de lo cual empezó a menudear su presencia en otras reuniones recreativas de aquella zona. Más tarde pasaría a cantar fados en la conocida Taverna do Embuçado de Lisboa, donde estuvo cuatro años. Luego, recorrería Holanda, Suiza, Francia, España, Argentina y Estados Unidos, actuando también en diversos teatros portugueses.

La letra de esta canción que habla de cómo son y cómo entienden su vida los pescadores es de origen desconocido, tal vez nacida en alguna taberna junto a cualquier puerto. La música es del compositor Aníbal Nazaré (1909-1973), autor de numerosos libretos para revistas y fados como el conocido "Todo isto é fado".


Vieste-me perguntar
O que era um pescador
Agora vou explicar
Toma atenção por favor

É um homem de pulso forte
A quem nada mete afronta
Sem temer a própria morte
Corre o mar de ponta a ponta

Noites passar fora do lar abençoado
Ter alma nobre ser homem pobre e ser honrado
Andar no mar e suportar frio e calor
Viver na fé eis o que é ser pescador

É um homem sem vaidade
Que não possui ambição
Trabalha com lealdade
Para angariar seu pão

Nas noites de chuva e vento
Em que o mar lhe dá mais trilho
Não lhe sai do pensamento
Sua mulher e seus filhos

Noites passar fora do lar abençoado
Ter alma nobre ser homem pobre e ser honrado
Andar no mar e suportar frio e calor
Viver na fé eis o que é ser pescador



(Pulsar para ver el video)


Viniste a preguntarme
Qué era un pescador
Ahora voy a explicar
Presta atención por favor

Es un hombre de pulso fuerte
A quien nada se le enfrenta
Sin temer la propia muerte
Corre el mar de punta a punta

Pasar las noches fuera del feliz hogar
Tener alma noble ser un hombre pobre y ser honrado
Andar por el mar y soportar frío y calor
Vivir en la fe esto es lo que es ser pescador

Es un hombre sin vanidad
Que no posee ambición
Trabaja con lealtad
Para ganar su pan

En noches de lluvia y viento
Cuando el mar está más agitado
No se le van del pensamiento
Su mujer y sus hijos

Pasar las noches fuera del feliz hogar
Tener alma noble ser un hombre pobre y ser honrado
Andar por el mar y soportar frío y calor
Vivir en la fe esto es lo que es ser pescador